Los más viejos recordamos el café de puchero en todos los bares porque las cafeteras eran un aparato carísimo. Cuando uno se animó a ponerla, todos corrieron a hacer lo mismo. Ocurrió igual con la primera tele y con el grifo para la cerveza de barril. Cuando alguno ponga el juego de la rana, ya veremos, como dijo un ciego.
El negocio de la rana seguro que sale rana
ResponderEliminarPues yo me acuerdo de haberlo visto en Sorihuela, en el bar de la plaza, junto a la carretera y se hacían muchas partidas, como en nuestro pueblo a la calva. Había mucha gente jugando y muchos mirando.
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